2/ Noviembre/2020
Capítulo 7
El capítulo empieza con la receta de Caldo de colita de Res contando la superstición que tenían Chencha y Tita en relación con los caldos, pensaban que un buen caldo podía curar cualquier enfermedad tanto física como mental, hipótesis sin comprobar, hasta el día en el que Tita probo una cucharada del caldo que Chencha preparó y llevo a casa del doctor. Ese día Tita con tan solo una cucharada recordó todo lo que ella creía olvidado y pudo sentir la presencia de Nacha confortándola, Tita lloro y lloro. John entro corriendo al cuarto al ver los riachuelos de agua bajando por las escaleras, esto es imposible, por mucho que Tita hubiera llorado sus lagrimas no hubieran sido suficientes como para crear una corriente de agua, nuevamente se puede apreciar un aspecto de fantasía en la obra de Laura Esquivel.
John estaba dispuesto a irse para evitar interrumpir, pero la voz de Tita lo detuvo, aquella voz que no había pronunciado palabra alguna en seis meses.
Chencha le conto que ahora en la casa De La Garza, al igual que con Gertrudis, el solo pronunciar el nombre de Tita estaba penado y que mamá Elena no la perdonaría por tal falta, cuestionar a su madre. Esto me hizo reflexionar que si por esa acción, cuestionar a los padres, recibiéramos un castigo como el de Tita hoy en día de verdad repetiríamos la opinión de nuestros padres, ya que cuantas veces nuestra generación no ha hecho esto, incluso merecemos un castigo más severo que el de Tita.
Comentarios
Publicar un comentario