19/Octubre /2020
Capítulo 3
El olor que desprendía Gertrudis era tan fuerte que llego hasta el villista, aquel que había visto al ir al mercado.
Estaba luchando contra los federales, pero de un momento a otro salió a todo galope rumbo al rancho de Mamá Elena guiado por el olor de Gertrudis dejando el campo de batalla, se llamaba Juan. Gertrudis cuando lo vio dejó de correr y él para no perder el tiempo la recogió estando aun su caballo galopando y se la llevó, se besaban apasionadamente y ambos se fueron realizando el amor que sentían el uno por el otro.
Pedro y Tita observaron todo y se emocionaron tanto de ver a una pareja hacer lo que para ellos estaba prohibido. En ese momento pudieron haber escapado de todo, irse a un lugar donde pudieran ser felices, pero el grito de Mamá Elena los detuvo. Así ambos tomaron caminos distintos y Tita se compara con un chile en nogada olvidado en una charola tras un banquete, así de solitaria se sentía.
Tita para justificar a su hermana le dijo a su madre que los federales habían entrado al patio trasero y le habían prendido fuego a los baños y habían raptado a Gertrudis. Lamentablemente tiempo después se enteró de boca del padre Ignacio que Gertrudis estaba trabajando en un burdel en la frontera, prohibió a todos mencionar el nombre de su hija y quemo todo lo relacionado a ella. Tita como ofrenda a Gertrudis y su valor por obtener libertad cocinaba las codornices en pétalos de rosas cada año, misma receta la plasmó en su libro de recetas que había empezado a escribir.
Que tanto tienes que querer salvar el nombre y el honor de tu familia para , incluso, desconocer a una hija, aunque creo que también; si Mamá Elene fuera otra persona, mas comprensible y buena, Tita le hubiera dicho que Gertrudis se fue por amor y ella hubiera comprendido a sus tres hijas no solo a una.
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